Es muy dificil escaparse del estrés
laboral. En la actualidad es común que en nuestros
trabajos, funcionemos bajo cierto nivel de presión puesto que en la mayoría de
los casos es necesaria una dosis moderada para poder cumplir en tiempo y forma
con nuestras responsabilidades. Pero cuando es demasiado podemos llegar a
sentirnos muy ansiosos. Conocemos
bien el dicho que dice “Todo en exceso es malo” pues bien aquí se aplica
también, el estrés y ansiedad en exceso es perjudicial para nosotros mismos y
nuestro entorno más cercano.

Si bien es normal sentir un poco de estrés
cotidiano para ejercer nuestras labores como se debe, también una vez que este
es muy alto, comenzamos a bloquearnos y encerrarnos en nosotros mismos. Cuando
se apodera de nosotros, perdemos el control de nosotros mismos y todo nuestro
entorno. Al perder el control nos desconectamos completamente de la realidad
sin poder ver realmente la gravedad del asunto.
Si dejamos que nos controle entonces
estamos inmediatamente impidiendo el avance de nuestra calidad de vida. Como ya
sabemos, el estrés es inevitable pues simplemente no podemos eliminarlo de
nuestro sistema. Lo que si podemos hacer es controlarlo y usarlo para bien. Por
esa razón lo más sensato es guardar la calma en momentos de alta presión,
mantener una mente positiva y optimista.
No lo veamos como el enemigo sino más bien
como un amigo que viene a ayudarnos para hacer de una manera más eficiente
nuestra labor.
