
Si
eres un estudiante que se siente sumamente estresado por la proximidad de
exámenes finales, entrega de trabajos o pruebas que cumplir, te invito
primeramente a tranquilizarte. Si, así es debes tranquilizarte para poder
pensar y actuar con mayor claridad. Recuerda que es inevitable, ese examen por
el cual debes de estudiar no desaparecerá. E incluso cuando llega el momento
del examen y te pones tan nervioso que te has quedado en blanco, olvidando así
todo lo que habías estudiado.
Estos
nervios o ansiedad los puedes desarrollar tanto antes, durante o después de un
examen. No olvides que en parte es normal estar nervioso e incluso ansioso
antes de un examen. En gran parte, el sentirse un poco ansioso días antes de la
prueba, te puede ayudar ya que eso te impulsa a estudiar aún más hasta hacer
desaparecer ese sentimiento de inseguridad.
Aunque
hay casos extremos en donde esa ansiedad interfiere directamente con su
concentración a la hora de realizar dicha prueba.
Normalmente
este tipo de ansiedad aparece cuando la persona se encuentra bajo una gran
presión por hacer las cosas bien. Dicha ansiedad puede llegar a tener consecuencias tanto a nivel emocional
como físico en la victima, con físico nos referimos a dolores de cabeza,
nauseas, vómito, sudoración excesiva, etc.
Si
bien sabemos cualquier tipo de ansiedad es una respuesta ante la aproximación
de un evento estresante.
Sin
embargo, el error radica en concentrarse en la ansiedad o los nervios en sí. La
persona debe de concentrarse en encontrar la solución más adecuada a su tipo de
problema. Si la persona se centra en sus miedos y lo que podría salir mal, no
hace más que aumentar las probabilidades de realmente salir mal en su prueba.
Si
es tu caso, y te estresas con facilidad antes de un examen o algún tipo de
prueba entonces te recomiendo que mantengas la calma y tomes el control de tu
mente. No olvides que el poder se encuentra en ella.
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