miércoles, 9 de abril de 2014

La Fobia Social

La fobia social o trastorno de la ansiedad social  es otro de los tantos trastornos de la ansiedad que afecta a muchas personas en su vida. Esta fobia o trastorno, se define por una sensación de miedo e inseguridad en cualquier ambiente social.

La víctima presenta ansiedad incluso antes de salir de su casa, acompañada por una aceleración del pulso, sudoración, temor, etc. Esta ansiedad que la víctima presenta se debe al temor por encontrarse con el exterior, con personas, en pocas palabras  con situaciones que meriten una interacción personal. Las personas que padecen de esta fobia, suelen aislarse de los demás e incluso de sí mismos. Pues es tanto su miedo a interactuar con los demás, que utilizan su casa como un refugio alejándose así de cualquier ambiente social.

Las personas que padecen de este trastorno sienten una obsesión incesante por el miedo a ser observadas, juzgadas e incluso humilladas por otras personas en diversos ambientes. Una de las razones por las cuales estas personas deciden aislarse y utilizar su casa como un refugio, es porque de esta manera evitan exponerse ante los demás y así no harán nada que los pueda poner en vergüenza. Y es que uno de los principales miedos que padecen las personas que sufren de una fobia social, es hacer o decir algo que los haga humillarse a sí mismos. Se trata de un miedo tan intenso, que interfiere directamente con sus actividades diarias y sus vidas en general.

Aunque las víctimas sean conscientes de que su fobia es extrema y excesiva, no pueden controlarlo, es algo que invade y llega a dominar a las personas dejándolas completamente sin opción. Incluso si logran salir de su refugio para interactuar con las personas en el exterior, sienten como la ansiedad va aumentando desde antes de salir de su casa; se sienten incómodas durante el encuentro social y lamentablemente, siguen pensando en cómo fueron juzgados durante la interacción horas después de haber culminado.
En la mayoría de los casos, esta fobia social viene acompañada por otros trastornos de ansiedad, principalmente la depresión.


Afortunadamente, se trata de un trastorno completamente tratable aunque requiera de medicamentos en algunos casos. 

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